Los miradores de Nazca son una segunda opción que puedes tomar, ya sea porque le tengas fobia a las alturas o no desees gastar demasiado, y lo mejor es que se encuentran cerca a la ciudad.
En los lagos de la cordillera de los Alpes, vivía Xana, una ninfa diminuta y de gran belleza, con cabellos dorados, vestía tul blanco, con bordados de oro. Ella y sus hermanas eran guardianas de los lagos. Tejían con hilos de oro, para atraer a los caminantes, a quienes los llevaban al fondo del lago.
Una tarde, un caminante aventurero, vestido de negro, con ojos de color miel, atraído por la voz de la ninfa.